De bariloche al c… del mundo. (1a parte)

06Feb14

Me encontraba en unos de esos días en que practico el ocio creativo, cuando sonó el teléfono.

__Hola.

__que hacés guachito__escuché.

__Quién habla__pregunto.

__Carlos, de Areco

Fué una sorpresa de un amigo de casi 50 años, con quien me une una amistad entrañable.

Nos vemos poco por una cuestión de distancia, pero hemos vivido muchas cosas juntos incluyendo a nuestras legítimas consortes.

__Te animás a hacer la ruta 40  hasta el culo del mundo__Preguntó.

__Cuando salimos__dije.

__El 17 te paso a buscar, vamos con las mujeres, por supuesto. Pocas valijas y muchas ganas.

Carlos, mi compinche

Carlos, mi compinche

LLegó el 17 y allí estabamos listos para el periplo.

Arrancamos los cuatro jovatos en una Toyota 4 x 4 con algunos años pero con el corazón intacto.

La Toyota

La Toyota

Desde Bariloche, la 40 pasa por El Bolsón y luego de 300 km,  Esquel.

Aprovechamos en esta ciudad para desviarnos al lago Futalaufquen y el lago Rivadavia , Cholila etc. Buenísimo, con mucho calor y almorzando en la ruta dentro de un arroyo, porque si te querés mojar las patas como diría nuestra Presidente, hay que hacerlo con propiedad.

Las patas en el agua

Las patas en el agua

Trevelin, también cercano, lo dejamos para la vuelta. Vale la pena

Luego Tecka, Gobernador Costa y de allí a Rio Mayo, pero antes por el paraje Los Tamariscos, cerca de la comuna Facundo.

Un lugar en madio de la nada, con un almacén-bar-alojamiento-museo-ramos generales, regenteado por Liliana Prieto. Una patagónica de ley que sin tapujos nos contó su historia y la de su boliche mientras comíamos unos sandwiches de crudo y queso. (muy buen crudo)  Lo inició su madre Gertrudis Bhöme de Prieto, hace, bueno, muchos años y  que muere en el 2013.  Ahora está ella al frente y atrás, en la cocina y el museo.

Hace un tiempo en esa desolada llanura de camino de ripio, se incrustó un camión chileno en sus dormitorios. Se los hizo pelota, menos al hijo de Liliana por suerte, que dormía en uno de ellos.  Mirá que mala leche. No hay nada en 100 km a la redonda y ese pelotudo del camionero se queda dormido justo allí.

Liliana Prieto

Liliana Prieto

Lo concreto es que ahora no puede brindar alojamiento. Tampoco puede tener un subsidio por el museo, porque como dicen loe «genios» de la provincia, no puede ser museo si se venden sanwiches y bebidas. Hay que ser forro verdad.

A ver funcionarios de escritorio si se ponen un poco las pilas, aunque sea una AAA y le dan una mano a Liliana, ya que la empresa chilena no puso un mango,  la cagaron de lo lindo y uds  la terminan de joder.

Además, habiendo tanto vago con subsidio sin merecerlo, este vale la pena.

Comiendo en el museo

Comiendo en el museo

Aquí ya se puede disfrutar de la verdadera Patagonia. Camino interminable, un poco de ripio (bastante jodido) , viento permanente y sobre todo la sensación que el país es verdaderamente grande.

Se comienzan a ver los primeros animales salvajes, como zorros, guanacos y choiques (ñandúes).  La estepa todavía no es absoluta , pero te avisa lo que viene.

Te cuento que en Rio Mayo alojarse es un castigo. Es mejor hacer un asfuerzo y llegar a Los Antiguos. Es un tirón pero vale la pena.

Se acuerdan de Los Antiguos. Aquella localidad que el volcán Hudson hace unos años tapó con su ceniza. Bueno, ahora es un vergel.

Te comés unas cerezas como no viste nunca en la puta vida. Muchas cabañas, camping,  etc. Buena gente y buena onda en todos lados.

Para llegar a Los Antiguos tenés que pelearte un buen rato con el ripio (estan haciendo la ruta asfaltada) pero como digo vale la pena, allí, asado de por medio, nos mandamos para Chile por el paso Jeinimeni. La verdad, un fraude. Ni siquiera pudimos encontrar un lugar abierto para tomar un café. Eso si, limpieza total y una costanera sobre el lago Buenos Aires, que para ellos es al General Carreras, alucinante.

Costanera en Chile Chico

Costanera en Chile Chico

Volvimos a Los Antiguos con una botella de buen Pisco y le dimos a la noche como para que tenga.

El día siguiente nos fuimos, pasada la resaca para El Chaltén. Pero eso se los cuento otro día.



8 Responses to “De bariloche al c… del mundo. (1a parte)”

  1. 1 dieguitofernandez

    Cuando vuelvan y pasen por Trevelin no se olviden de visitar el molino harinero-museo que levanto de la nada hace relativamente poco un loco lindo de la zona… es un placer escucharlo contar las historias de sus antepasados galeses

    Saludos!

  2. Dieguito:
    Padsamos ,pero a la vuelta. Alucinante. Realmente es un loco lindo. Gracias por comunicarte.

  3. 3 revol001

    Que hermoso todo ese viaje, yo por primera vez pude salir de Buenos Aires e ir una semanita a Bariloche( hace un mes de esto), la verdad que es todo hermoso, nuevo y diferente. Me dieron ganas de viajar, aparte la compañera que me toco ( novia) es re pata para los viajes. Ojala tenga la suerte de hacer lo que hacen ustedes, tenemos un pais grande y espero recorrer los lugares donde no llega todo el mundo.

    Un abrazo Don Celestino.

    Saludos

  4. 4 Bruno

    Venía a comentar lo mismo que Dieguito!! El verano pasado, en un viaje que era solo San Martín de los Andes y Villa La Angostura, nos re copamos y seguimos viaje hasta Trevellin… el molino-museo fue una de las mejores cosas del viaje!!
    Siga con los cuento, Don Celes, que en unos años quiero hacer la 40 de pe a pa 😀

  5. Sólo vine a hacer acto de presencia. 🙂

    Como siempre, un placer leer sus palabras en forma de historias y anécdotas.

    Abrazo, don Celestino.

  6. revol001:
    Seguro que lo vas a hacer. Proponételo y sale con fritas. Si tenés una compañera como la mía mucho mejor.
    Bruno:
    La 40 hay que hacerla pase lo que pase, no se puede perder. Lástima que estoy muy jovato pero querría hacerla en moto.
    Ivan:
    Vos siempre estás presente, Un abrazo

  7. 7 Maria

    Me encanto su blog!!! Mucha chispa!!

  8. María:
    Gracias maría. un abrazo.


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