Lo que natura no da, Salamanca no presta.
Por supuesto que hablar de Salamanca es pensar en que por allí ocurrieron muchas cosas, gran parte de la historia y la cultura de España, y que por supuesto todavía pasan y pasarán muchas otras mas.
Esta dentro de la Comunidad Autónoma de Castilla y León y en la provincia de Salamanca.
Es vieja de la mejor vejestud. La universidad se fundó allá por el 1200, y fué la primera de la península. Hoy tiene un claustro de 4.000 profesores y mas de 40.000 alumnos.
Esto por supuesto crea una impronta muy particular en una ciudad de 150.000 habitantes. Un tercio está en la universidad, o estudiando o dando cátedra.
No pudimos ver demasiado de Salamanca, porque estuvimos sólo un día, pero fueron suficientes para decirnos, «hay que volver» y lo peor es que nos queda tanto por conocer en este mundo, y la vida se termina tan rápidamente, que dificilmente retorne a esta hermosa ciudad. No me va a dar el tiempo ni la guita para ver todo lo que quiero ver.
Las catedrales, y no soy de los que se matan por ver iglesias, están muy buenas. Tanto la vieja , que tiene como mil años, como la nueva, que solo tiene unos 300 añitos . La universidad, alucinante, y sus calles, parques, y museos, son demasiado para un día.
Por lo tanto no es mucho lo que puedo recomendar, ya que al haber visto tan poco, la visión de la ciudad se reduce a la mínima expresión. Pero veamos un poco y todo a vuelo de codorniz, o de colibrí, como mas te guste.
Catedrales. Vale la pena dedicarle un saludito por fuera y por dentro.
Universidad. Hay que leer y pensar un poco en los que por allí estudiaron y pasaron por sus claustros. Toda una historia alucinante que se debe leer antes de ir, para tener alguna información pre-visita y no aguantar a ningún/a guía insoportable.
Torre del Clavero. Un par de fotos se disparan seguro.
Casa de Las Conchas. se pasa por la puerta y se sigue.
Casa de las Conchas
Museo Art Decó y Art Nouveau. Se paga la entrada, se visita y te quedás muerto con el Vitreaux del techo. Realmente te mata.
Vitreaux de la claraboya del museo.
Confieso que aquí me mandé una argentinada, porque estaba prohibido sacar fotos en el interior del museo, pero ese vitreaux de por lo menos 15 metros por 6 o 7 me mató.
Descansar un rato en los antiguos jardines, después de tanta caminata y reponiendo energías.
Fachada de la Universidad. Aquí primero se admira la fachada y luego no te vas hasta que encuentres la rana. Esta es una ranita pequeña que esta en la fachada y cuesta encontrarla. Tiene toda una leyenda pero ninguna importancia.
La famosa rana.
Puente Romano. Lo vas a ver aunque no quieras. Naturalmente pasa sobre el rio Tormes, aquél del Lazarillo.
Sobre el puente romano. Abajo el Río Tormes y ese no es el lazarillo, es mi chica.
Plaza mayor. No puedes evitarla, todo converge allí.
Museo de autos. No es ninguna maravilla, pero me rendí ante alguno y como estaba además con el marido de la sobrina de mi chica, que como a mi, le gustan los autos, pues, a mirarlos.
Infinidad de lugares para ver. Yo no tuve tiempo , pero si vas no dejes de estar por lo menos 3 días, bueno, por lo menos 2.
Comidas. Comí un rabo de toro de suprema calidad, pero tuve la cobardía de beber solo agua, cuando se merecía no digo un Marques de Riscal pero por lo menos un buen tinto de Rioja y si te animas, un Sangre de Toro.
El rabo de toro, un plato delicioso que se debe comer sin falta.
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