Colegio secundario (1)
Lo mejor del colegio secundario era la salida.
Eran una o dos horas de pelotudeo que disfrutábamos antes de volver a casa y durante ese tiempo, siempre encontrábamos algo para divertirnos.
Concurría yo a un colegio en la zona de Almagro. De curas para colmo, y con la desgracia adicional de hacerlo por la mañana y por la tarde, con horario de salida a las 16,30 hs.
Habíamos encontrado una joda, que repetíamos una y otra vez y simpre resultaba graciosa y divertida. (piensen en que nuestra edad era 16 años)
Como todo colegio, había una persona de mantenimiento y en una cárcel como esta simpre se queman tubos de luz fluoresscentes.
Conseguíamos algún tubo quemado, provisto por tal sujeto y nos dirigíamos al subterraneo línea A que circula por debajo de la Av. Rivadavia, en la estación Medrano.
Nos colocábamos cerca de una puerta y apoyándo el tubo en el techo, y de forma vertical, simulábamos estar agarrados a él como si fuese el caño dispuesto para tal fin, y que tambien son blancos.
No pasaba mas de una o dos estaciones, hasta que algún desprevenido pasajero se agarraba como nosotros de ese tubo, preciso instante que todos lo soltábamos y el pobre fulano se quedaba con un tubo fluoresscente en la mano y un portafolios en la otra.
Sin dilaciones nos alejábamos al fondo del vagón, para disfrutar el calor del tipo con el tubo en cuestión, sin poder tirarlo porque se rompía y soportando la risa de todos los pasajeros.
Era una joda mas, pero nos hacía cagar de risa.
El tipo, por supuesto se bajaba en la siguiente estación, colorado como un paquete de malrboro, y si bien alguna vez sufrimos la recriminación de algún comedido, de esos que nunca faltan y que nunca fueron jóvenes, generalmente salíamos airosos de la azaña, esperando el próximo tubo quemado
Filed under: humor | 6 Comments
Etiquetas: colegio secundario, diversión, joda, tubo fluorescente
Muy buena anécdota Enrique!
Nunca se me hubiera ocurrido esa broma.
«Era una jodita para Tinelli…» le hubiesen gritado xD
Muy graciosa la anécdota y la situación en sí!!
Saludos!
Tenía un compañero de secundario -que laburó mucho tiempo como auxiliar de la federal, siendo adolescente, pero era bastante heavy… por otras cosas- que solía llevar capacitores cargados o los cargaba in-situ con baterías de 9 volt.
Bueh, la cosa es que el tipo cuando subía al bondi -funcionaba mejor los días de lluvia-apoyaba las dos «patitas» o terminales en los pasamanos o agarramanos superiores -los más largos- y el capacitor hacía descarga al ponerse en «corto», por ende, todos los pasajeros agarrados al tubo metálico recibían el chicotazo…
Otro MO (modus operandi) del sujeto ;-))) era para aquellas viejas/os de mierda que se colgaban del timbre -sin necesidad porque el bondinero venía cubriendo cada parada en orden- era apoyar el capacitor en el que se usa para agarrarse cuando uno se baja por atrás… la de putiadas (sic) que se ligaba el bondi y/o el bondinero… ¡pobre!
Cuenta la leyenda urbana de este compinche -de intrincado apellido itálico- que una vieja le hizo parar el bondi una vez que bajó para quejarse de que el colectivo tenía electricidad, que le había tirado una «patada» y el tipo -rapido de reflejos- le dijo «y que quiere señora, los timbres se enojan cuando los aporrean… yo, que, el timbre la dejaba pegada». Subió al último pasajero en medio de las carcajadas de los sentados en las primeras filas y siguió con su recorrido…
Recordemos que en aquel entonces -20 años atrás- los timbres de los bondís eran metálicos y los días de lluvia, hacian alguna pequeña descarga…
viejo el subte A sigue igual 😀 se podría hacer de nuevo con el problema de que te partirían el tubo por la cabeza o te lo meterían por el orrrr…
Pepe, conocía una ruleta rusa con capacitores, cargándolos al enchufe, era o 0V o 220V y toda su gama de voltajes, peligroso 😀
Uhhhhh, te-rri-ble Fabio, no la tenía esa… 😉 A este flaco -y su dualidad de heavy casi cop- quizás le hubiera interesado 🙂 y hubiera experimentado con sus compañeritos del secundario, seguramente… :-S
Je, me hizo acordar una vez en un bondi lleno en el que iba agarrado al caño superior y que justo daba a una toma de luz con un tubo ausente, entonces si estiraba un poco de más la mano daba con los cables pelados y recibía la patadita.
Dos o tres veces habre renegado, que molesto.
Saludo Enrique!