Anécdotas de navegante (2)

07Dic08

Les voy a contar la historia de un tripulante, por nosotros apodado » el gallego», con el cuál compartí muchos días de navegación.

Hacia el año 1981, compré un velero clásico. Esto significa, un barco construído en el año 1953, de madera, diseño de Hossmann, aparejado Ketch y de casi 12 metros de eslora.

Un barco cómodo para navegar en familia y capáz de recorrer grandes distancias.

Este es el Sancho

Este es el Sancho

No intentaba hacer importantes singladuras, ni soñaba con viajes a lejanos mares. Quería una embarcacioón que me permitiera llevar entre 8 y 10 tripulantes, con seguridad y comodidad.

Por supuesto que un barco de esas dimensiones y construído en madera no podría ser barato de mantener, pero la época era de holgura y había que aprovecharla.

Me dediqué con él a hacer charter y enseñar a navegar a vela.

sancho2

Entre los alumnos que pude captar, había uno muy peculiar. «el gallego». Incapaz de aprender las mas simples maniobras, ya que se equivocaba siempre, no retenía la mínima , elemental y obligada costumbre de la terminología náutica, pero se reía con una franqueza contagiosa permanentemente.

Así fué como seformó una tripulación casi estable, con la cual emprendimos muchos días de navegación.

Se destacaban un matrimonio español, radicado por un par de años en nuestro país, y que era infaltable. Gustavo un gran amigo con el cual sigo navegando.

«El zorro» otro personaje de historieta.

Un ejecutivo de la mas importante empresa de pompas fúnebres del país, naturalmente «el gallego» y cuantiosas botellas de Gin, acompañadas de unas pocas de tónica.

De esto se desprande que el Gin Tonic era la bebida obligada a bordo.

En una oportuinidad salimos para Colonia ROU, y grave error lo hicimos de noche, en un día de bajante pronunciada. Como era lógico nos varamos en San Isidro a solo media hora de partir. Se hizo de día y seguíamos varados, pasó todo el día y allí seguíamos, sin lograr con todos nuestros esfuerzos liberar el barco de esa situación.

Ya anocheciendo se acercó un velero que nos ayudó con su motor, sumado al nuestro a zafar de tan indecorosa varadura.

Comenzamos entonces el cruce del río, pero el viento se negó totalmente, por lo cual fondeamos pasando el canal Mitre a la vista de las luces de la ciudad.

Durante toda la noche el viento no se hizo presente, hasta que en la madrugada comenzó una leve brisa que a duras penas nos permitía navegar a 2 o 3 nudos.

El día presentaba una bruma que no se veía a mas de 200 metros, o sea que hacíamos rumbo a Colonia, pero sin poder evaluar la deriva producida por la corriente.

Pasó practicamente todo el día, hasta que se despejó en un instante y vimos el clásico cigarro de un pampero que nos llegaba por el sudoeste y a proa la costa uruguaya, sin nada que nos permitiera distinguir donde estábamos.

Antes que llegara el sifonazo del pampero, comprobamos por una boya de barco hundido que estábamos 7 millas mas al norte de Colonia, con la dificultad de que el viento del pampero nos daría de proa para llegar a nuestra ciudad de desino.

Preparamos el velamen para aguantar el pampero y después de 3 horas de pelear con el río llegamos a Colonia, mojados, cansados, satisfechos por la travesía y lo mas terrible medio borrachos, ya que «El gallego» se aguantó todo el chubasco dentro de la cabina preparando Gin Tonics para toda la tripulación, en forma permanente, sin descanso y sin marearse.

sancho-rosca

«El Gallego» pasó a ser desde ese día el barman oficial del Sancho y lo hacía como nadie.

Comprenderán Uds que no doy el apellido del gallego, ya que hoy es un importante ingeniero de una renombrada empresa.



14 Responses to “Anécdotas de navegante (2)”

  1. 1 Diego

    Gran historia. Entiendo algo del panico que genera algo asi, en un viaje hace un par de años, un tronco nos pego de lleno en pleno cruce del parana, a la altura del canal Arias. No es muy grato flotar en el Parana, no por su agua sino porque es un rio muuuuy ancho, y muy correntoso. Prefectura recupero todo, inclusive el motor, aunque el semirigido descanza en el barro en el lecho de ese rio.
    Le queria hacer una pregunta, ya que esta en el rubro….se consigue por esta epoca algun vino hecho con una uva de nombre «Grazziana»..o algo por el estilo?….Soy socio de un club de vinos y me parecio hermoso, pero no lo volvi a ver en ningun lado, por lo cual recurro a su conocimiento. Un abrazo y gracias

  2. Diego:
    No conozco ningún vino con esa uva. Preguntales al club de vinos y seguramente algo sabrán. No te olvides de ponerme al tanto si averiguás algo.
    El paraná es muy complicado, sobre todo por la correntada y los bancos en los cuales te quedás varado siempre. No soy conocedor de este río porque los veleros siempre rumbeamos para otros lados y esquivamos los ríos con corriente. Nos gusta navegar a vela y el Plata es lo mejor que tenemos.

  3. Una de las cosas a hacer que tengo pendiente, navegar, aunque creo que no es lo mio.
    Algo que diferencio de usted, mis amigos creo que tienen que pensarlo dos veces antes de «juntarse» conmigo, yo no ocultaria su nombre, lo deschabo como la p… madre XD.

  4. Ramza:
    Una cosa que me he propuesto en este blog, es no poner nombres. Si el fulano lo lee no te quepan dudas que sabe que hablo de él, pero imaginate el tipo en su laburo, o con la actual mujer. Creo que no va. Además no fortalece para nada la anécdota. Un abrazo

  5. Ramza:
    Si no navegás avela una vez por lo menos, no podés decir que no es lo tuyo. Es una sensación diferente y sublime. Yo comencé de muy joven y se transformó en casi un vicio.
    Animate, hacé un curso y si no te gusta, a ota cosa.

  6. Hola Enrique, paso a contarte que según mi contador de visitas ya pasé las 266 visitas!

    Y encima hoy tuve el efectito Fabio!!!

    Saludos.

  7. Patricio:
    Te felicito y no aflojes.

  8. 8 Eugenio Leveratto

    Encuentro esto de casualidad y resulta que conozco la anécdota porque fui participe de ella. Yo soy al que apodaron «el fedayin». Todo empezó cuando salimos de tu casa en el 128, llevando la mayor que después envergamos (linda changuita!!!) y ante la deserción de algunos, decidimos salir de noche. Yo hice la primera guardia junto al gallego, varados frente a las playas de San Isidro. Recuerdo que después de estar fondeados frente al canal Mitre, salimos con poco viento y mucha ola, con los dos spinnakers y al rato andábamos «como una lancha», pero tuvimos que guardarlos por el riesgo de pegarnos una acostada, lo cómico es que seguíamos andando igual con foque y mayor con dos manos de rizos. Llegamos a Colonia con una rosca bárbara cuidándonos de la restinga de la isla, que le pasamos cerca. Tu seguridad se nos contagiaba y todos los percances se tomaban con naturalidad y buen humor. Conservo algunas fotos de ese viaje. Saludos

  9. Eugenio: Que bueno recordar ese viaje., fué barbaro. Si tenes fotos enviámelas a mi mail, por favor. Me gustaría tener algun recuerdo de esa travesía. Mi dirección es: enrique@simpleweb.com.ar
    Un abrazo «fedayin»

  10. 10 Eugenio Leveratto

    creo que tengo algunas y con gusto te las hago llegar, también tengo de un viaje anterior. ¿Te acordas del Holandes Shmituis o algo así?, que fue con un velero francés muy viejo al que le había cambiado el palo y no ceñía nada y ademas no le andaba el motor. De ida fue bien, pero de regreso, se las vio negras y encima se le sublevó la tripulación. Nosotros los aguantamos un rato abarloados durante una calma.

  11. Si, son muchos recuerdos que me trae el «Sancho». Navegué con él varios milles de millas. Hoy no estoy para esos trotes, pero tengo imborrables recuerdos y anécdotas de mi querido barco.. Espero las fotos cuando las encuentres
    ¿Seguís navegando?
    Yo lo sigo haciendo en un Eitín y lo disfruto mucho, pero me gustaría un barco mas grande. Lo que pasa que ahora no me da el cuero ($$$)
    Un abrazo

  12. 12 Macoco

    Acabo de terminar el arreglo del Sancho, si quieren puedo subir fotos

  13. Barbaro Macoco, pero mandsalas a mi e-mail. enrique@simpleweb.com.ar y entonces hago un post del sancho


  1. 1 Week-Log.295 | Denken Über

Deja un comentario