A los 16 o 17 años todos hicimos cagadas.

01Feb10

Es común escuchar a los jovatos de mi edad, decir que en su época se portaban como señoritos y no hacían las cagadas que hoy hacen los pibes.

Ninguno quiere hablar de sus trapisondas, pero mi viejo, pero con esconder no se da el ejemplo.

Yo nací, por suerte en un hogar sin ningún tipo de carencias. Lo que se llama una «clase media acomodada». Mi viejo era médico y teníamos un buen pasar sin privaciones y con mas recursos que muchos de los que me rodeaban.

Por consiguiente la mayoría de mis amigos tenían un pasar parecido.

Este estatus económico nos daba acceso a menejar autos antes de la edad requerida ya que conseguíamos carnets truchos en la provincia , andar con buenos mangos en el bolsillo, veranear de Enero a Marzo y también la oportunidad de hacer cagadas a troche y moche y vaya si las hacíamos.

Les voy a contar una anécdota de una macana de esa época, que no me enorgullece pero es a la distancia, divertida.

En la década del 60 había pocos autos. Yo diría que menos del 10% de los que hay ahora y estos eran mucho menos veloces que los actuales..

En la cuadra donde yo vivía, habitaban sólo 4 autos y dos eran de mi viejo.

Un Opel del año 1957 modelo Record de dos puertas y un Fiat 1100 de la incipiente producción nacional.

Naturalmenter yo usaba casi todos los días el Fiat, ya que a mi viejo le gustaba mas el Opel.

Escape ruidoso para molestia de los vecinos, amortiguadores duros y todas esas pelotudeces que se hacen para fanfarronear .

A pocas cuadras vivían  Angel B. (Torito) cuyo padre poseía un VW escarabajo negro, Carlos L. con un Renault Gordini y Augusto (Tito) Z. una Kombi VW de las viejas alemanas de vidrio dividido al medio.  El primero y el último ya no forman parte de este mundo lamentablemente.

Nos reunía la pasión por los autos, las carreras en el autódromo y las minitas que estos vehículos nos ayudaban a ganar.

Además compartíamnos una forma de vestir que en ese momento era la de los «Caqueros» y que constaba de chomba Lacoste o similar, pantalones blancos o crema con botamangas muy anchas, mocasines de Guido o Los Angelitos, cinturón de cuero crudo, preferenbtemente trenzado y el pelo un poco mas largo de lo habitual. Como cualquier pelotudo siguiendo una moda, vió.

Un sábado circulando por Av. Libertador y llegando al Monumento de los Españoles en el VW de Angel y a este se le ocurre que podía dar la vuelta completa al monumento a la friolera de 100 Km/h.

Ni te cuento las vueltas que dió el escarabajo.

Se detuvo  en la puerta del Zoológico y por suerte no agarró a nadie.  Quedó con las ruedas mirando al cielo y abollado hasta el cenicero.

Por arte de magia aparecieron dos policías en moto (cascos blancos le decíamos), que nos ayudaron a salir presurosamenmte del pobre VW.

Salimos tres, pero Tito Z. no salía. Pensamos que estaría lastimado y tratabamos de sacarlo, pero él se afirmaba al asiento trasero y se negaba a bajar.

La cana le gritó con bastante dureza ya que se sentía un fuerte olor a nafta y la cosa podía ser peligrosa. Además era necesario enderezar el auto.

Al final de un buen rato comprendimos porque no salia.

El pobre se había cagado.

Que papelón. Nos llevaron a la comisaría de Av Sta Fe, frente al Botánico y como todos éramos menores, llamar al viejo de Angel para que nos sacara.

Casi nos caga a trompadas a los 4 cuando vió el auto.

Tito espéraba en el patio de la comisaría por el olor que emanaba, La cana se cagaba de risa del desgraciado y de la que nos esperaba.

Hoy veo a los pibes en sus autitos tuneados o haciendo ruido con el escape y puteo como un viejo de mierda, y bueno que se le va a hacer, cundo uno se va poniendo viejo hace otro tipo de cagadas, pero cagadas a los 17 hicimos todos

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