Universisad de Garchford. Amor y lujuria en los 60 (parte primera)

08Oct09

El motivo del presente post es completar los conocimientos de los alumnos regulares de la Universidad, en lo concerniente al levante y emboque estre los fines del 50 y primeros años del 60.
Época controvertida si las hay, que me tocó vivir y sufrir, donde el «debut» y los «emboques» posteriores requerían altas dosis de paciencia y técnicas totalmente desusadas en la actualidad.

DEBUT.

Comencemos con el inicio de las lides amorosas, el llamado «debut»

Los había básicamente de tres tipos

El tío o padrino llevaba al debutante a «hacerse hombre» a un quilombo. Esata práctica muy usada en esa época se hacía con la anuencia del padre y la total ignorancia se la madre del susodicho.

Mala práctica, a mi modesto entender, porque se podía tranformar en costumbre y luego el tipo no sabía levantarse una mina, y  si asi y todo lo lograba, no entendía ni podía desarrollarlos pasos posteriores.

El seguundo caso era el debut fortuito. Alguna hermana, tía o madre de un amigo de la familia, se calentaba con el pendex y se lo volteaba. También podía ser la » muchacha con cama adentro»

El tercer y mas problemático caso era ( me incluyo) en arreglárselas solo. Ganarse una minita, chamuyar, fracasar, intentar con otra hasta que se daba. Muchas veces se producía con una prima ( para algo estan las primas, no)

El inconveniente que se podía presentar era lo prolongado de la espera o peor, hacerlo con una debutante, pero creo que era la  mas satisfactoria y la mas sana.

El LEVANTE Y SUS IMPLICANCIAS AMOROSAS

El levante en los 50 y 60 era una técnica que casi rozaba el arte.

Había tipos que eran verdaderos especialistas, artistas diría yo. Ganaban siempre y con las mejores minas. Otros como yo, nos defendíanos y luego quedaban los que no lo lograban nunca y solo se los veía con una pendex si alguien se la presentaba.

Lo primero para el levante era disponer de un buen » coto de caza».

El propio barrio era lo mas usado, pero no siempre lo mas conveniente. El barrio tenía problemas muy jodidos que luego comentaré.

Una vez elegido el lugar conveniente, donde uno se haría ver a menudo, había que tener paciencia hasta ganerse una muy buena pendeja. Este detalle, no menor, era muy importante, porque te garantizaba muchos levantes posteriores. (las minas siempre quieren lo que tiene la otra).

Si no tenías la suficiente paciencia y te levantabas un bagayo, siempre te darían bola los bagayos. Ser considerado bagayero significaba tener quie cambiar de territorio.

Siempre los libros bajo el brazo (El estudiante funcionaba) y la mas absoluta decisión en el momento crucial.

Las primeras diez palabras eran definitorias.

Cabildo y Juramento y Parque Rivadavia a la salida del Normal eran buenas zonas.

No se debía hablar demasiado fuerte ni tampoco muy bajo. Demostrar actitud, arrojo y algo de picardía (no demasiada)

Había que saber retirarse a tiempo. El primer día no se la podía hacer larga. Lo importante era el número de teléfono o quedar para otro día que no fuese al día siguiente

Mañana continúa la Parte  Segunda

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