47 años son toda una cifra.

28Abr17

Como casi todos los años, con mi chica, nos tomamos unos días para festejar nuestro aniversario de bodas, la «boda»era eso que se hacía antes, donde se firmaban papeles y un juez te habilitaba para llamarse matrimonio,  y esta vez eran nada menos que 47.

Nuevamente, y una vez mas, nos fuimos para Chile, pero para recorrer algunos lugares que no conocíamos y un paso fronterizo que, no sólo se usa poco, sino que es bastante inusual para los que residimos en la zona.

Por supuesto , no podía faltar Pucón, que es uno de los lugares preferidos de este país.

Cruzamos como es la costumbre por Cardenal Samoré, cercano a Villa La Angostura.

Temíamos que la frontera nos demorara algunas horas por la terrible afluencia del «deme dos» argentino, pero acertamos la hora para pasar y no encontramos casi a nadie.

Después de un buen almuerzo en una fonda de Entrelagos, donde se come un salmón de aquellos, nos fuimos a Osorno a pasar la noche.

Pésimo hotel, el San Pedro, en la calle Manuel Bulnes al 600, al cual nunca volveremos y recomendamos no pisar. Pocas veces en nuestra vida fuimos a un lugar tan malo y tan mal atendido. Además U$S 60 un cuertucho que no vele ni media estrella, pero estaba casi todo ocupado

Mas tarde, cena en Club de Artesanos. Excelente como siempre. No olvidarse de pedir choros (mejillones) a la vinagreta y empanadillas de mariscos.

El tiempo no nos ayudaba mucho, ya que llovía copiosamente, pero si uno no le da mucha bola al problema, este se reduce considerablemente. Marzo es un mes que podés con suerte estar en la playa o te cagás mojando.

La primera parada fué Río Bueno, una ciudad sin mayores atracciones.  Por supuesto que hicimos una parada obligada en el Club Alemán, frente a la plaza principal para almorzar y en el banco para cambiar algunos U$S por pesos chilenos.

En los Clubes Alemanes de Chile nunca salís defraudado. Se come bien y a un precio razonable. No es barato pero justifica el precio

De allí a Lago Ranco y seguir dando la vuelta al lago, donde hay muy buenos paisajes que no vimos.

Un descanso sin lluvia en Lago Ranco

El camino de Lago Ranco a las termas de Llifén nos sorprenduió por su buen asfalto, pero continuó una lluvia infernal que nos permitía, con buena voluntad, ver la punta del capot de auto., o sea que de los paisajes del lago, minga.

Entre chubascos, vimos el lago.

Llegamos a las termas de Llifén, y otra decepción, caras y malas, o sea que nos fuimos para la siguiente parada que era Futrono. Alli alquilamos una cabaña, fuimos al supermercado a comprar una vituallas, mojándonos con la copiosa lluvia que nos perseguía y luego de cenar Decidimos que había terminado el día.

Llegando a Futrono

La mañana pintó mucho mejor, o sea que partimos raudamente para Lican Ray, sobre el lago Calafquén y de allí a Pucón, pasando por Villarica.

Lago Calafquén

Comité de bienvenida en Lican Ray

Pucón es muy especial. Todo es diferente al resto de Chile. los comercios, los restaurantes y hasta la edificaciónes en pleno y total crecimiento. Diría que es la Punta del Este de Chile, pero sin el mar. Es medio complicada la comparación, pero el día que lo conozcan, van a comprobar que es así.

Cada año que pasamos por allí, descubrimos muchos nuevos emprendimientos inmobiliarios y de infraestructura que llegan a sorprendernos. Docenas de condominios , departamentos y casas en construcción lo demuestran.

Decidimos quedarnos no menos de 3 días y para ello alquilamos una cabaña a sólo 300 mts del centro.

Cabaña en Pucón. Entre plantas y flores.

 

Cómoda y confortable, nos aseguró no tener que usar el automóvil casi para nada. Todo lo hacíamos caminando y todo estaba a mano.

Siempre nos alojamos en el camino que una Villarica con Pucón, donde hay infinidad de cabañas y apart, pero esta ves decidimos cambiar debido al clima y venirnos para el centro.

En el puerto, la playa, las plazas, el órden impera en Pucó. Es el lugar  preferido por muchos chilenos de clase alta para su veraneo y  esquí en el invierno.

Pucón al atardecer

Desde el centro, el volcán Villarica (ver el humo )

El volcan, desde la playa

A pocos quilómetros está el volcan Villarica, que nunca deja de tirar aunque sea una pequeña humareda ya que siempre esta activo, es la base de las pistas de esquí. Por supuesto que subimos con el auto hasta donde se pudo y dejamos el escape en el intento

Lo mas cerca que pudimos

El camino al volcan tiene una parte asfaltada y despúes es piedra . Esa parte esta hecha merda.

Ya a estas alturas el clima era mas  benigno y podíamos disfrutar un poco mas, pero en cualquier momento se nublaba y nos mojábamos hasta el caracú.

Decidimos hacernos una remojada en las termas, y fuimos a las de Trancura, que ya conocíamos y tiene muy buenas piletas, abiertas y cerradas. Pasamos un muy buen día con el agua a 40° y con muy poca gente.

Disfrutamos de las piletas como si fuesen privadas.

Un par de antiguos veleros se encuentran en el puerto de Pucón y no podían dejar de llamarme la atención

La pasión por los barcos continuará hasta el último de mis días y estos viejos barcos me siguen trastornando como siempre. El navegante nunca se aleja del todo.

Nos fuimos de Pucón, con ganas de quedarnos unos días mas, pero, el bolsillo comenzó a apretar y a ponerse flaco, así que emprendimos la vuelta.

Habíamos reservado ferry, para volver por el paso Hua Hum, que es un cruce muy poco utilizado, pero que recomiendo  para todo al que se le ocurra ir a Chile desde estos lares. Se encuentra muy cerca de San Martín de los Andes y la cosa es así.

Desde Chile, hay que llegar a Puerto Fuy, recorriendo la orilla Norte del lago Panguipulli. Esta zona que no conocíamos nos deparó una agradable sorpresa, no sólo es muy linda, sino que tiene un camino de asfalto perfecto, con paradores y miradores cada varios quilómetros. Está buenísimo y no se lo puede perder.

El camino, perfecto

Llegando a Puerto Fuy el volcan Mocho Choshuenco

Llegando a Puerto Fuy, sobre el lago Pirehueico., se sube a un ferry, que lleva unos 15 automóviles y después de algo mas de 1 hora de navegación se arriba a Puerto Pireheico (Chile) Se hace migraciones y en unos pocos quilómetros se llega a la aduana Argentina, sin colas ni quilombos, ya que en el peor de los casos serán unos pocos autos los que llegan. En este viaje sólo éramos dos, o sea que nunca hay demoras.

Puerto Fuy

Esperando el ferry

A bordo del ferry

Navegando con un día espléndido

Muy bueno el lago.

Es un lago estrecho y no muy grande, pero al mismo tiempo, una experiencia interesante de realizar.

Luego comienza el mayor problema que son 50 km de ripio bastante malo, hasta San Martín de los Andes, pero verdaderamente vale la pena. Una vez mas estamos atrasados con esta historia del asfalto. Todos los pasos en Chile y casi hasta la frontera están con caminos perfectos, del lado nuestro, lamentable. Sólo el paso Cardenal Samoré tiene asfalto. Lamentable.

San Martín como todos saben, si conocen la zona, es caro y no siempre es mejor. Si bien la hostería donde nos alojamos no era de alto precio, eso no habilita para tratar mal al cliente. Se trata de la Hostería Cumelén, de la calle Elordi al 900. Después de tomar la habitación y ducharme, me cambiaron el precio por pago con tarjeta. Exigen pagar adelantado. tercer mundo, tirando a cuarto. Tuve que insistir varias veces para que me extendieran la factura correspondiente. Si no queda mas remedio joderse, si se puede evitar recomiendo cualquier otro lugar antes que este ya que al alojarme no me hacen un favor, sino que es un trato comercial donde alguien vende y otro compra. Muy simple.

Y asi se terminó el viaje. Hacer una vez mas el camino de los 7 lagos y volver a casa, con nuestras gatas y la cercanía de nuestro hijo Mauro. Que mas se puede pedir?



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